Que el paisaje hable por mí

Abierta al público del 30 de agosto al 16 de octubre de 2023

Inauguración: miércoles 30 de agosto, 6:00 p.m.

Del 30 de agosto al 16 de octubre, El Castillo trae a la memoria el excelente trabajo realizado por la maestra antioqueña Mariela Restrepo en la exposición de pintura “Que el paisaje hable por mí”.  

Son 53 obras expuestas donde se aborda en retrospectiva la visión de la artista y su intención de captar la esencia de cada cosa observada, su alma y atmósfera sugerente en un proceso de reconocimiento del territorio, hecho que en la actualidad cobra protagonismo por ser un valor certero en la búsqueda de la identidad.

De acuerdo con Mauricio Hincapié, curador de la exposición, en el trabajo pictórico de la maestra, se destaca el dominio de su técnica. En sus manos, el óleo pastel adquiere nuevas aplicaciones y fuerzas interpretativas, y es mediante su destreza que los paisajes cobran una particular materialización.

“La naturaleza que nos aparece en la obra de Mariela Restrepo es con frecuencia brutal, irracional y desordenada; los árboles no crecen ni las aguas se deslizan siguiendo un libreto dirigido a la exaltación de la belleza: porque son reales y, justamente, la riqueza de lo real es su fuerza y dinamismo, alejado de los esquemas del arte académico”, manifiesta Carlos Arturo Fernández, coordinador de la maestría de historia del arte de la Universidad de Antioquia y gran conocedor de la obra de Mariela.

Cabe resaltar que, durante su trayectoria artística, Mariela Restrepo participa en numerosas exposiciones individuales y colectivas. En la década del 70, exhibe su trabajo en centros de cultura institucional de gran relevancia como el Museo de Antioquia, antes llamado Museo de Zea y es seleccionada a su vez en el salón de ruptura del XI Abril Artístico del Museo Universitario Universidad de Antioquia y en el X Salón de Arte Joven.

Como acontecimiento de gran importancia en el reconocimiento de su trabajo, es invitada por Marta Trava a participar en la IV Bienal de Arte de Medellín en 1981, hecho que marcó un gran avance en el arte regional que se inscribe en el contexto internacional.

A partir de allí, su espacio pictórico se abre a otros lugares como el Museo de Arte Moderno de Medellín, la Universidad Nacional de Bogotá, la Gallery of Latín American Art en el Atlanta International School en Estados Unidos e innumerables veces en el Museo El Castillo, quien hoy es su casa, propiciando un reconocimiento especial a este fragmento de su trabajo.